jueves, 8 de septiembre de 2016

"La gente sigue sin querer vivir en los pueblos"

Acudo a tomar prestadas frases de un artículo que opina sobre el vivir en pequeñas localidades, escrito por Celedonio Sanz y publicado en la revista en pdf "Campo Regional" de Asaja en su número de agosto 2016.

Su lectura es aconsejable para quienes quieran entender la sociedad llamada"rural", aunque no es literalmente aplicable a todos los lugares dado que cada uno tiene sus propias circunstancias y peculiaridades. Omito aquello que es discutible desde mi punto de vista local, pero ahí tienen el enlace para poder leer todo el artículo.

La gente sigue sin querer vivir en los pueblos
(extracto)

 CELEDONIO SANZ GIL
 

Vuelven los niños a ver a sus abuelos, regresan los hijos pródigos para divertirse en  las fiestas, y muy poco, muy poquito más.  Un ligero espejismo que cada vez dura menos y que no esconde los problemas de un medio rural abandonado, por el contrario, en muchas ocasiones provoca  nuevas y mayores dificultades para residentes y visitantes. 

 Para las fiestas sí. En las fiestas los problemas se diluyen en la algarabía y los pueblos siguen siendo el mejor escenario festivo. Pero, ¿qué queda después? ¿Qué queda cuándo el camión de la Diputación y los operarios municipales limpian los residuos y los desperfectos que dejan todos los excesos, los veraneantes acaban su veraneo y los niños inician el curso escolar?

Frío y triste abandono

 
Queda la dura resaca, el frío y triste abandono. Porque, a pesar de todos los avances de la sociedad moderna, de la mejora constante en los medios de transporte y en las tecnologías de la información, que permiten hacer muchas más cosas a distancia; a pesar de que nos siguen vendiendo la bondad de la vida al aire libre, de lo natural, de los espacios verdes…. Lo cierto es que, con raras excepciones, la gente sigue sin querer vivir en los pueblos todo el año, y mucho menos en este desierto demofráfico en que se ha convertido la Castilla interior.

En este siglo XXI por primera vez la población urbana mundial superó a la población rural: se calcula que para el año 2050 cerca del 70 por ciento de la población vivirá en entornos urbanos. En España hoy casi el 75 por ciento de los habitantes viven en ciudades, y de ellos más del 40 por ciento en ciudades de la costa.

La causa de esta preferencia urbanita sigue siendo la existencia de más oportunidades de trabajo en las ciudades y de acceso a mejores servicios públicos. Es posible que no haya una base real para ello, pero la vida en el pueblo se sigue asociando a suciedad e incomodidad.

La vida rural está bien para un rato, para un fin de semana. Es muy bonito hablar de la naturaleza y los animalitos, pero a la mayor parte de nuestra sociedad los animales en libertad les molestan, desde los mosquitos a los ciervos o los jabalís que amenazan por las carreteras.
Rincón aleatorio de un pueblo soriano.

Esta gente moderna soporta cada  día el ruido del tráfico bajo la ventana sin ningún problema, pero no aguanta el trino de los pájaros por la mañana, y los jóvenes de ahora ni siquiera soportan la sensación de sentirse desconectados, de estar fuera de cobertura, de no tener datos.

Gente que huye de la soledad que arrastran los pueblos y persigue esa otra vida que nos venden desde todos los medios de comunicación, vida alrededor de los anuncios de neón y de los centros comerciales fotocopiados que se han instalados al lado de las grandes autovías que deben hacer para comunicarse y se llevan por delante tanto terreno fértil. Centros comerciales en los que sólo cambia el nombre a la entrada, en la desviación de la carretera, porque dentro están las mismas tiendas, las mismas marcas, los mismos restaurantes, las mismas tapas o las mismas salas de cine, y las mismas manadas de gente, envueltas en las mismas ropas, distraídas con los mismos aparatos electrónicos y con las mismas inquietudes en la cabeza .




De visita, vale, pero vivir en un pueblo no les mola .

2 comentarios:

angel dijo...

Una de las razones, vista desde las noticias del periódico, 9 de septiembre de 2016:

Soria, la provincia en la que más suben los robos en las viviendas.

angel dijo...

En Twitter se comentó esta inserción, y aquí encontré los comentarios generados, aún con esa limitación de tener que expresarse en pocas palabras:

https://twitter.com/mjdelrio/status/781047643560607744