viernes, 6 de abril de 2012

Declive de la comarca de Baraona. "El que venga detrás, que arree"

No sé si alguna vez las noticias sobre resurgimiento de la comarca sustituirán a las que nos muestran su decadencia.

En la  "Guía para vivir en Baraona", publicado en julio 2011 podemos ir tachando los miércoles el pescadero que venía de Sigüenza, y pronto, según anuncia él mismo, también el tendero de Berlanga. La escasez de habitantes hace que no haya quienes les sucedan, por falta de negocio..

Los ganaderos de ovino de Baraona (y comarcas limítrofes) habían sido mantenedores hasta estas fechas de una actividad económica en la que podíamos ser vanguardia, de alta competitividad a nivel europeo por la calidad de la carne, y conservadores del medio ambiente de nuestras comarcas.  Ya han desaparecido de casi todos los pueblos, aunque en Baraona quedan varios. Pero se ven abocados a dejar poco a poco sus actividades, ahogados por la burocracia que les impide mover, comprar, vender y cuidar su ganado de la forma conveniente, obstáculos que tuvieron su punto álgido en los episodios de las "vacas locas". La subvención entró a controlar su negocio para convertirlos en sumisos seguidores de lo que dictan gentes con poco conocimiento de lo que se traen entre manos.



 Video en youtube sobre Rello. No queda ningún pastor, el que sale en el video es de Baraona

La agricultura en nuestra zona nunca ha sido competitiva por sí misma, debido al clima y al terreno. Cualquier otra provincia o nación de nuestro entorno produce más cantidad con menos gasto. Las subvenciones por hectárea cultivada independientemente de lo recogido no es lógico que sigan en el futuro y los aumentos de precios en combustible y abonos es previsible que hagan decaer esta actividad a no muy largo plazo.

Las ideas nuevas sugieren la plantación de árboles, pero esa actividad no es rentable a corto plazo, ni basta para la supervivencia. A los agricultores les han forzado a plantar algunos en función de las hectáreas que cultivaban, a cambio de recibir las subvenciones. Si no eran adecuados al terreno y al clima, no han sobrevivido; pero quienes toman esas rocambolescas iniciativas siguen medrando en su Soria, su Valladolid o su Bruselas cobrando buen sueldo a fin de mes.
Restos de maquinaria agrícola abandonados, debido a la despoblación de nuestra comarca.

Una mejora reciente en la agricultura local consiste en hacer trabajar a grandes y poderosas máquinas que destruyen a golpes las piedras que se encuentran en el terreno cultivado, transformandolas en piedras granuladas. Esto sustituiría a la recogida de las piedras en grandes montones, que vemos al lado de las fincas.
montones de piedra al lado de las fincas cultivadas


Los empresarios de servicios: tienda, bar, taller, farmacia... ven que ellos son los únicos que no son subvencionados, y sobre los que recaen cada vez mayores impuestos. Pocos quedan para que echen el cierre, pero es más previsible otro cierre que alguna nueva apertura.

Nuestros "vecinos" de Romanillos, esos que organizan cada año excursiones, quienes llevaban a su iniciativa privada  (no son dependencia oficial) el Aula Arqueológica de Medinaceli, han debido dejar su actividad debido a que el ayuntamiento de la ciudad les duplicaba la cuota anual, además de obstaculizar sus proyectos. Ahora han encontrado acogida en un limítrofe pueblo de Zaragoza. Ello se une al cese de la revista "Plaza Mayor" a la que se puso todo tipo de zancadillas desde la alcaldía de Medinaceli para evitar su publicación; y al abandono de las excavaciones de Ambrona, que inició Manuel Rojo una persona relacionada con la Universidad vallisoletana.

 El tiempo va trayendo cambios y lo lógico sería irse adaptando a ellos; pero cuando alguna persona o algún grupo determinado tiene interés en defender sus intereses personales que se adaptaban a una situación anterior, lo que intenta es que ésta se mantenga lo más que pueda, aunque toda la evolución esté pidiendo por interés general que cambie, y la falta de cambio lleve al futuro desmoronamiento de la sociedad que pervivió durante siglos.

Unamos a ello los obstáculos que se ponen a cualquier originario de estas tierras que quiera volvera a ellas por ejemplo en su jubilación, y tendremos un cuadro completo de lo que han conseguido los que deciden en los poderes públicos sobre este territorio. Puede parecer inexplicable que en una democracia estos poderes reciban la mayor parte de los votos en unas elecciones, pero así es. La razón es que tal vez no se vean otras alternativas, o que las que ven todavía les convencen menos. Otra razón es dejar las responsabilidades a quienes se supone que dominan la situación, hagan lo que hagan, aunque no den voz ni participación a sus actuaciones. Por último la razón más equivocada sería la contenida en la frase "a ver si esto dura unos pocos años más, y el que venga detrás que arree."

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